miércoles, 24 de junio de 2009

Yo


No recuerdo la primera vez que usé una cámara de fotos, supongo que sería la que me regalaron para mi Primera Comunión, como a tantos otros niños.
Desde entonces ya empezó a gustarme eso de la fotografía y debía ir bastante en serio ya que, a los 12 años, mi padre ya me regaló una canon profesional y un objetivo 70-200mm.

Recuerdo la de horas que pasaba haciendo fotos por el jardín de la casa de veraneo, y recuerdo también que eso me servía para no salir en las fotos familiares, ya que las hacía yo. Era la excusa perfecta para no salir en ellas, ya que no me gustaba, y sigue sin gustarme ahora, salir en las fotos.
Supongo que a causa del problema que suponía tener que revelar todas las fotos, esa afición se fue desvaneciendo hasta que llegó la era digital y el gran invento de las cámaras digitales que me permitían hacer miles de fotos sin gastar un céntimo para poder ver los resultados, y esa afición se convirtió por fin en una pasión.

También hacia los 9 años, se despertó mi vena literaria. A esa edad escribí mi primer cuento, basado en unos perros que vivían una intrépida aventura, un cuento que aún recuerdo con nostalgia y una sonrisa. La pasión por la escritura sí que la he podido ir cultivando a lo largo de los años, una libreta y un bolígrafo nunca faltan en mis enseres personales, incluso ahora con los ordenadores, sigo prefiriendo el papel, sólo el placer de escribir a mano se puede comparar al de pulsar el disparador de la cámara de fotos.

Y mi tercera pasión, igualmente importante, es la música, siempre que escribo, lo hago con música, o cuando retoco las fotografías. En ambos casos me ayuda a inspirarme. El Ipod se ha convertido en una parte de mi, igual que la cámara de fotos o los bolígrafos.

Y esas son las tres aficiones-pasiones que me describen como soy.

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